En la película Rojo Amanecer los estudiantes de la
Universidad Nacional Autónoma de México solamente querían ser reconocidos como
personas que valían la pena en la sociedad donde vivían. No querían que los
juzgaran en la calle por ser diferentes. El gobierno los miraba como si fueran
una raza inferior. Además no los apreciaba porque ellos no tenían poder.
Los estudiantes no tenían poder económico porque la
mayoría dependían de sus padres para sus gastos. Aparte de que ellos no tenían
poder político, es decir, que no eran importantes dentro del régimen de
gobierno. Los estudiantes querían una revolución para la gente joven y por ésta
razón se organizaron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.
Los estudiantes querían protestar contra el gobierno porque
éste solamente estaba interesado en el hecho de que las Olimpiadas serían en la
Ciudad de México en ese mismo año (1968) y no les importaba como serían
afectados los habitantes de la ciudad. El gobierno solo necesitaba la
publicidad, las ganancias, y que los turistas se sintieran tranquilos y seguros
en un país como México.
Los jóvenes estudiantes, además de no haber sido
respetados por el gobierno, también fueron criticados por sus padres y abuelos,
ya que no se comportaban como ellos se comportaban en su juventud. Los
estudiantes eran muy liberales y tenían nuevas ideas de la vida, diferentes a
las ideas de sus padres. Los criticaban por la música que escuchaban y por la
manera en la que se vestían y cortaban el cabello.
En la película, el abuelo piensa que los muchachos no
deben de ser rebeldes y deberían de obedecer a sus mayores. El abuelo es un
personaje muy orgulloso porque peleó en la Revolución Mexicana. Él es de la
época de Pancho Villa y Emiliano Zapata y su modo de pensar es muy conservador,
por este motivo no entendía que los estudiantes solo querían mejorar su estado
de vida en el país y querían libertad para los presos políticos.
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